Galletas navideñas de jengibre y cardamomo

Imagina el aroma acogedor que llena la cocina durante las festividades, llenando el aire con la promesa de delicias navideñas. El preludio de las galletas navideñas de jengibre y cardamomo, una maravillosa mezcla de sabores y aromas que captura la esencia misma de la temporada, es esa sensación reconfortante.

Con su delicadamente crujiente textura y sabor exquisitamente especiado, estas galletas son un tributo a la tradición y la creatividad culinaria. Cada bocado es una experiencia sensorial que trae recuerdos de celebraciones pasadas y anticipa las alegrías venideras.

La base de estas galletas es una masa suave y perfumada que se enriquece con jengibre, cardamomo, canela y clavo, que se combinan de manera armoniosa para crear una combinación de sabores navideños. La intensidad del cardamomo y el toque cálido y picante del jengibre forman un equilibrio perfecto que es verdaderamente celestial.

Esta masa se transforma en pequeñas obras maestras doradas con bordes crujientes y un centro suave y tierno que se derrite en la boca con cada bocado durante el proceso de horneado. Cada galleta es una obra de arte en sí misma, decorada con formas festivas que evocan la alegría de la temporada.

Pero más allá de su belleza visual, estas galletas son un regalo para compartir con amigos y familiares durante las fiestas y una expresión de amor y gratitud. Son un recordatorio de que los momentos más valiosos son aquellos que se comparten alrededor de una mesa y disfrutan de las delicias simples y hermosas de la vida.

Las galletas de jengibre y cardamomo son un símbolo de alegría y generosidad que iluminan los corazones y las mentes durante esta temporada especial, ya sea acompañadas de una taza de té caliente junto al fuego o como parte de un festín navideño abundante.

Galletas navideñas de jengibre y cardamomo

Ingredientes

  •  350 gr. harina de repostería o multiusos
  •  1/2 cucharadita bicarbonato sódico
  •  100 gr. mantequilla (a temperatura ambiente)
  •  100 gr. azúcar moreno
  •  1 huevo mediano
  •  miel de caña o miel normal (a tu gusto) entre 70 gr. y 100 gr. para un dulzor suave o normal y 130 gr. para muy golosos
  •  1 cucharadita canela molida
  •  3 cucharaditas jengibre en polvo
  •  1 rodaja grande de Jengibre fresco rallado (de un dedo de grosor aprox.)
  •  1 pizca nuez moscada
  •  3 vainas cardamomo (usaremos sólo las semillas del interior)
  •  azúcar glass para adornar

Instrucciones

1. En un bol ponemos la mantequilla en trozos y a temperatura ambiente y el azúcar moreno, lo mezclamos, añadimos el huevo, la miel y seguimos removiendo. Con un cuchillo machacamos las vainas del cardamomo y apartamos sólo las semillas para mezclarlas después. A continuación agregamos al bol, la harina, el bicarbonato, la canela, el jengibre, las semillas de cardamomo machacadas en el mortero y la nuez moscada, mezclamos hasta obtener una pasta y la amasamos dos minutos.

2. Hacemos una bola con esta masa, la envolvemos en papel film transparente y dejamos que repose en el frigorífico durante 1 hora aprox. (con 30 minutos a veces es suficiente para que esté bien compacta al cortar). Precalentamos el horno a 180ºC. Estiramos la masa entre dos papeles de horno dejándola de un grosor de 5 o 6 mm. A continuación, la cortamos utilizando un cortapastas o moldes con formas, por ejemplo del típico muñeco de jengibre.

3. La masa que nos sobra, la volvemos a unir formando una bola, la estiramos de nuevo entre los dos papeles de horno y la vamos cortando hasta que se acabe. Ponemos las galletas en una bandeja de horno cubierta con el papel vegetal (de horno). Horneamos a 180ºC durante 10-12 minutos o hasta que se doren un poco, vigilando que no se quemen. Las sacamos del horno y dejamos que se enfríen y endurezcan sobre una rejilla. Cuando estén frías las podemos decorar con azúcar glass.

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